¿Las mujeres quieren más hijas que hijos?
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¿Los hombres quieren más hijos que hijas? Por el contrario, ¿las mujeres anhelan más a las niñas que a los niños? Aunque las respuestas pueden ir en contra de las nociones populares de igualdad de género, una encuesta reciente sugiere que los hombres quieren a los niños y las mujeres quieren a las niñas más que lo contrario.
Los investigadores del departamento de Biología de la Queen’s University en Kingston, Ontario (vía The Atlantic), querían ver si los hombres y las mujeres mostraban preferencias obvias cuando se trataba del sexo de su primer hijo.
Para la encuesta, los investigadores encuestaron a más de 2,387 hombres y mujeres. Compuesta por el personal, el profesorado, los estudiantes y los antiguos alumnos de la universidad, a los encuestados se les formularon tres preguntas, entre las que se incluían las siguientes: «¿Qué sexo preferirías que tuviese tu hijo primogénito? (La mayoría de los encuestados tenían entre 17 y 22 años de edad. Además, más de dos tercios de los encuestados eran mujeres.
Las únicas respuestas aceptadas para las preguntas de la encuesta fueron «hombre» o «mujer»; no se dio ninguna opción de «no preferencia». Los investigadores afirman que no lo ofrecieron para asegurar que nadie se sintiera obligado a ser políticamente correcto.
En última instancia, la encuesta reveló que entre los encuestados existen preferencias de sexo, y que los hombres favorecen abrumadoramente a los hijos y las mujeres a las hijas. Eso no quiere decir que algunos hombres no prefirieran a las primogénitas o que algunas mujeres no prefirieran a los varones, sólo que la mayoría se aferraba a su propia especie, desde el punto de vista del género. (Y es posible, si no probable, que algunos no tengan ninguna preferencia, aunque no se les permitió decirlo en la encuesta).
La pregunta es: ¿por qué los hombres y las mujeres tienen estas preferencias? Los investigadores plantean la hipótesis de que los hombres favorecen a los niños por la misma razón que las mujeres favorecen a las niñas, porque los seres humanos a menudo proyectan sus propios sueños en sus hijos y esos sueños a menudo vienen con ideas estereotipadas de lo que significa ser hombre o mujer.
Además, el estudio sugiere que las sociedades democráticas acomodadas alientan a las mujeres a favorecer a las hijas más que las sociedades donde las oportunidades para las mujeres están limitadas por la discriminación y la desigualdad. Desde este punto de vista, la preferencia de las mujeres por las hijas antes que por los hijos es una señal de progreso.